jueves, 3 de junio de 2021

IMPORTANCIA DE LOS ÁRBITROS

Trataremos de exponer, las características más significativas que debe poseer un buen árbitro.

 Inteligencia: Vale decir, que es el amor a la profesión unido a la capacidad intelectual que garantizan la tarea de ser árbitro, además es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema. Específicamente la labor arbitral requiere aptitudes físico–psíquicas y técnicas: las primeras remiten a las características estéticas, a la condición física, a la percepción y la consecuente decisión, al control emocional, a la crítica y autocrítica; las aptitudes técnicas aluden al conocimiento profundo del reglamento del deporte, en consecuencia, al conocimiento y aplicación del espíritu ; también al conocimiento y aplicación de la mecánica del arbitraje, y al entender y sentir el deporte, expresado en su desempeño.

 Tolerancia: es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atente contra los derechos fundamentales de la persona. En todos los momentos del partido, el árbitro debe tener, intervenciones, oportunas, enérgicas y contundentes y sus gestos, deben ser rápidos y seguros. El árbitro debe ser una persona, dotada de tolerancia, para poder, saber escuchar, aceptar y entender las diversas situaciones y actitudes que se producen en los diferentes niveles de juego y la tensión que manifiestan los deportistas y su entorno, en su desempeño. 

Ser un profesional: se debe identificar como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades, aptitudes, actitudes y carácter que debe poseer una persona para un desempeño óptimo. El carácter no se forja solamente con un título, se hace día a día experimentando cambios, ideas, experiencias, se hace enfrentándose a la vida. La preparación arbitral exige un esfuerzo y una planificación constantes; ya que por muchas habilidades innatas que se tengan, si no se potencian a través del trabajo y el entrenamiento, se acabarán perdiendo. Un árbitro mal preparado tiene el convencimiento de que va a fracasar, aunque intente esforzarse al máximo, su esfuerzo es ineficaz, sufre, se le hacen largos los partidos y se siente, perseguido y agobiado. Por el contrario, la preparación crea hábitos, el esfuerzo se ve recompensado y el trabajo se realiza sin tensión.Pero además debe trabajar técnicamente, profundizando en el conocimiento del juego en que participa, tanto en lo relativo a las reglas, como en los aspectos técnicos y tácticos del mismo.Todo ello, complementado con el análisis de las propias actuaciones y el establecimiento de planes de mejora en aquellos aspectos en que sea necesario, incidir en especial.

 Imagen: se refiere en primer lugar a una forma o apariencia visible que en la representación de la figura humana, no requiere una mediación intelectual y este concepto sólo cabe a las personas físicas. Un árbitro no puede descuidar su aspecto; debe poner especial cuidado en cómo viste, cómo calza y cuál es su apariencia de cara a los demás, tanto dentro como fuera de la cancha. Al árbitro se le está exigiendo una corrección extrema y una discreción en sus comportamientos; el árbitro, cuenta con una doble exigencia: la preparación como deportista y la preparación como persona. El árbitro en su desarrollo debe irse creando una imagen, (personalidad) que lo represente en su accionar, tanto desde el aspecto físico como, cognoscitivo de modo que solo con su presencia, inspire respeto y credibilidad en su desempeño. Obviamente, crear esta imagen no es solo apariencia sino, demostrar que la misma ha sido concebida por su entrega y dedicación a la actividad que realiza. 

La ética: estudia la moral y determina qué es lo bueno y, desde este punto de vista, cómo se debe actuar.La actitud arbitral debe estar envuelta de una total serenidad, mostrando equilibrio, seguridad y autoridad para poder percibir y juzgar todas las acciones de igual forma. El árbitro como factor aglutinador y rector de un proceso, llámese actividad deportiva (juego) debe expresar esta cualidad en su más alta expresión en cada una de las situaciones que se le presenten en los partidos y ser capaz de conducir el juego, sin manifestar, malicia o demasiada bondad, tiene que ser capaz de mantener en el desempeño de sus funciones, optima calidad e imparcialidad.

 Desde el punto de vista laboral El reglamento: El reglamento de juego debe ser un libro de cabecera, para el árbitro, estudiando todos los días las reglas de juego, de esta forma en cada lectura interpretará mejor la manera de aplicar las reglas correctamente. 

Toma de decisiones: La decisión es la capacidad de definir con justicia la situación percibida. Antes del juego: Se debe, dedicar un tiempo a reflexionar sobre las posibles estrategias de actuación, esto con el grupo arbitral, y tras su evaluación adoptar decisiones sobre, la línea de trabajo a seguir, y continuar destacando aquellos puntos de atención más importantes a tener en cuenta. La toma de decisiones, anterior al juego, que es colegiada, entre el grupo arbitral, va a permitir al árbitro salir al juego, preparado psicológicamente para afrontar el reto de la competición, con una buena motivación, para poner en práctica las actuaciones que se le piden, una buena percepción de control, porque ha sido partícipe de tales decisiones y una buena dosis de confianza, porque se cree capaz de llevarlas a cabo.

 Durante el juego: Las decisiones, adquieren un papel determinante, (a diferencia de la toma de decisión antes del partido), estas se definen en un margen de tiempo muy limitado, no hay cabida a la reflexión; estas sólo pueden ser tomadas por el árbitro individualmente, muy precisas, casi automáticamente, es por eso que el entrenamiento y la automatización de determinadas decisiones son los recursos que nos van a permitir, afrontar, dicho reto con las máximas garantías de éxito. Por esto la disposición psicológica del árbitro (anticipación-automatización-focalización de la atención), son muy importantes para una buena toma de decisión. 

Después del juego: Valorar, con su grupo arbitral, con el observador, viendo el video del partido, el análisis y la actuación. 

Justicia: El árbitro no debe, bajo ningún concepto en su desempeño, dejar de aplicar con justicia lo que corresponda en cada situación, de la misma manera para ambos contrincantes. Debe estar preparado, ante las continuas protestas que puedan acabar influenciando en su desempeño arbitral. 

Consistencia: La preparación del árbitro debe conllevar la integridad de sus funciones; en ningún momento, debe dejar de ser consistente en sus decisiones: lo que es una sanción o una violación para un equipo es para el otro y esto se debe mantener durante todo el juego. 

Auto-confianza: El árbitro, durante el desarrollo del juego, debe establecer una buena relación con los otros árbitros (grupo arbitral), actuar con decisión, y rapidez, mostrar un buen dominio y control emocional, aunque el juego se manifieste tenso, y con gran presión entre ambos equipos por la importancia del mismo. Los estilos de comunicación interpersonal y el control emocional son variables importantes para un arbitraje de éxito. 

Motivación: El árbitro, debe prepararse siempre para el partido que va a trabajar, desde todos los órdenes que esto conlleva, aplicar las reglas de juego, sancionar las conductas que incumplan las reglas. 






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